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31.7.10

Hot Bitch: Sam Rockwell




Sam Rockwell es quizás el actor más subestimado en Hollywood actualmente. Se lo compara siempre con Gary Oldman, y es cierto que tiene algo de su locura y caradurez, cierto elemento de outsider, de tipo que logra manejarse dentro del sistema pero que en cualquier momento puede disparar para lugares extraños. Cuando los directores entienden que detrás de su cara simpática y dorky (no encuentro palabra en castellano que sea tan justa como esa) hay ambigüedad, hay impredecibilidad, es cuando más lo saben aprovechar. Ahí residen su atractivo, su peligro. En Los Ángeles de Charlie, Sam nos muestra, en un plano sin cortes, cómo pasa de ser un chico rico, torpe y adorable, el bueno de la película, el que enamora a la protagonista, al villano, el tipo que seduce y mata, sexy y cruel, el que enamora a la audiencia, el ultimate bad boy. George Clooney después lo llamó para protagonizar su ópera prima, Confesiones de una mente peligrosa, y allí también su sonrisa pícara era la superficie debajo de la cual todo era desconfiable.

Sam Rockwell es ese tipo de actores de carácter que están siempre bien en todas sus películas, no importa si son grandes producciones, cuál es el género, si el papel es chico, si las dirige Ron Howard o el hijo de Bowie, o está Brad Pitt ocupando un lugar que no se merece. No sé si le va a tocar en algún momento un protagónico en algún blockbuster (aunque estuvo cerca de ser Iron Man) que lo saque de ese lugar under the radar que ocupa ahora. No sé si me gustaría. Su carácter todavía algo indie, cero movie star, son parte de lo que me seduce. Eso, y su sonrisa que promete travesuras. Las espero en cada película.




Además, el muchacho baila como los dioses. Cómo no enamorarse.

3.11.08

Awesome people: Harrison Ford

Reason nº 8932836201 why Harrison Ford is one of my favourite people:



Trick-or-treating dressed as a giant peapod is now on my To Do list.

27.8.08

Hot Bitch: Christian Bale




Me gusta Christian Bale desde que lo vi en El imperio del sol, esa gran y subvalorada película de Spielberg. No recuerdo cuántos años tenía yo, pero el pendejo tenía trece años y se bancaba como nadie un personaje muy complejo, que mutaba del nene bien y caprichoso al adolescente obligado a convertirse en adulto por la guerra. Los amé enseguida (a Jim y a Christian).
Varios años más tarde y Bale creció, por suerte. Ahora está más bueno que un kilo de helado de Persicco (y otro de Volta), pero sobre todo sigue siendo un gran actor, a veces excedido de método, otras contenido y exacto, que quizás no se gane un Oscar en toda su carrera, aunque me parece que ser el mejor Batman cinematográfico vale más que tener uno de esos Academy Award Winner® subtítulos debajo de su nombre en alguna película serious and/or uplifting, seguramente dirigida por Ron Howard o Sam Mendes (aun así quiero nominación para Heath Ledger y muchos premios para The Dark Knight).

Además, Bale está bastante loco. No por nada Patrick Bateman le salió perfecto, igualito que en el libro. Es de esos actores muero-por-mi-arte que baja 2182719821 kilos por un papel y se come gusanos vivos porque se lo pide Herzog. Pero esa intensidad no está solo en cómo prepara sus roles: hay algo en él, en su mirada penetrante y cuerpo tenso, una locura contenida que parece que está por soltarse en cualquier momento. En casi todas sus entrevistas -que son muy pocas, no le gusta todo ese laburo extra de tener que promocionar las películas- está incómodo, raro, ultra-serio. Y así, en medio de las respuestas de rutina, manda frases como esta:

"I still do all the things I've always done. I would never want to give up a life of just bumming around, and hanging out by the freeway, or cemeteries, or the parking lot of the 7/11. I would hate to give that up."

Bale, you crazy bitch.